Blanqueamiento Dental

El blanqueamiento dental consiste en aplicar una sustancia química en la superficie del diente que contiene peróxido de hidrógeno o carbamida, cuyo oxígeno una vez liberado penetra en el interior del diente aclarando su color.

Tipos de Blanqueamientos Dentales

Existen dos tipos de blanqueamiento dental, el realizado en clínica y el domiciliario. El primero es llevado a cabo por el dentista en la consulta, produce un aclaramiento rápido e intenso en una o varias sesiones y normalmente requiere una activación mediante luz, pero tiene el inconveniente de que puede producir un  aumento de la sensibilidad. El domiciliario o en casa es aplicado mediante cubetas confeccionadas a medida por el propio paciente, requiere un tiempo mayor y constancia ya que el resultado se obtiene de forma más lenta, pero tiene la ventaja de ocasionar menos sensibilidad y que esas mismas cubetas pueden servir para un nuevo blanqueamiento o refuerzo futuro. Estas dos técnicas a menudo son combinadas para conseguir un resultado mejor, en cuanto a intensidad y estabilidad a largo plazo.

En general cualquier paciente puede hacer un blanqueamiento, pero será mucho menos efectivo si se fuma, toma café o se toman alimentos o bebidas que puedan contener tintes y además no tiene efecto sobre empastes, coronas o carillas, por lo que deben ser sustituidos por otros del mismo color. También es importante tener salud dental y periodontal correcta. Los blanqueamientos no son un tratamiento definitivo, por lo que es necesario repetirlo cada cierto tiempo.