Implantes Dentales

Es la parte de la odontología que se encarga de recuperar las funciones estéticas y masticatorias de piezas dentales perdidas mediante la colocación de fijaciones de titanio en el hueso.

Los implantes dentales se han convertido en una herramienta excelente a la hora de sustituir piezas o sujetar una dentadura de una manera estable, estética y funcional. Un implante dental es un tornillo, normalmente de titanio, que se coloca dentro del hueso y es capaz de unirse a él de tal modo que pueda soportar encima una prótesis o diente artificial.

Las cirugías aplicadas son poco invasivas y prácticamente indoloras, y se consigue garantizar la reposición de las piezas dentales.

El Tratamiento con Implantes Dentales

Un tratamiento con implantes precisa de un estudio previo, normalmente con una radiografía o escáner para ver la cantidad de hueso, un análisis de las condiciones generales del paciente (si existen patologías que contraindiquen la cirugía) y consta de dos fases, una fase quirúrgica en la que se coloca el implante y otra protésica en la que se confecciona la prótesis.

Generalmente la cirugía se realiza bajo anestesia local, a través de una incisión en la encía se prepara el lecho del implante mediante unos taladros especiales, se sutura y en caso de que no sea un implante de carga inmediata se deja un tiempo hasta que el implante se une al hueso, este tiempo puede variar según el tipo de hueso del paciente entre 2 y 6 meses. En los implantes de carga inmediata la prótesis (normalmente provisional) se elabora entre 1 y 7 días tras la cirugía.

Pasado ese tiempo de cicatrización cuando el implante ya está integrado en el hueso, se toman las medidas para el diente o prótesis. Si este es un diente individual o un tramo de varios,  irán unidos directamente a los implantes o mediante un pilar intermedio, para una prótesis el diseño puede variar dependiendo del número de implantes, pero a modo de orientación se puede decir que con 2-4 implantes será removible y de 6-8 será una prótesis fija